El cuerpo de acólitos de la cofradía lo forman cuatro ciriales y dos incensarios portados por personal vestido con albas con encajes y, sobre ellas, dalmáticas bordadas. Van dirigidos por el pertiguero y ayudados por monaguillos con cestillos para incienso, pabilo y carbón y uno de ellos portando la naveta.

Cuerpo de acólitos de la cofradía.

El rico juego de dalmáticas, para el cuerpo de acólitos, se estrenó para la Estación Penitencial del año 2011. Las piezas fueron bordadas en estilo rocalla, presentan cartelas con símbolos de la Pasión de Cristo y sigue la línea marcada para el conjunto de manto y saya de la Virgen estrenado el año anterior. El autor del diseño y del bordado fue el artista portuense David Calleja y el forrado y confección corrió a cargo del grupo de hermanas del taller de costura de la Hermandad.

Pertiguero y acólitos con ciriales.

La Hermandad posee además un juego de ocho dalmáticas, con sus correspondientes albas, de raso morado con galones dorados que era el que procesionaba anteriormente, siendo estrenadas seis de dichas dalmáticas en 1974 y dos más en 1979, todas realizadas en el colegio del Salvador por las monjas Hijas de San Vicente de Paul. En el 2000 se estrenan también para el cuerpo de acólitos un juego de ocho elegantes sotanas negras con sobrepelliz, hoy figura en el cortejo litúrgico que se ubica tras el paso de Nuestra Señora de Loreto en su Soledad.

Acompañamiento musical vistiendo sotanas y sobrepellices.

Los cuatro ciriales son obra del taller de Villarreal, realizados en alpaca plateada según diseño de Eduardo Velo García. Están totalmente repujados y cincelados, entre el nudo y el platillo hay tres ángeles que simulan sostener a éste. El boceto en barro de los ángeles fue realizado por el hijo del Sr. Toro, jefe del taller de Villareal y uno de los modelos está inspirado, especialmente la cabeza, en la clásica figura del discóbolo de Mirón. Estos ciriales fueron bendecidos a la conclusión del Besamanos de Ntra. Sra. de Loreto de 1.989, estrenándose en la salida procesional del mismo año, actuando como padrinos de la bendición la Hermandad jerezana del Cristo de la Defensión, dado que con anterioridad habían cedido los suyos para iluminar a la Virgen de Loreto, cada Viernes Santo.

Acólito con alba, dalmática y cirial.

Los dos incensarios son antiguos, posiblemente de principios del siglo XX y debido a su deteriorado estado fueron donados a la Hermandad a principios de los años ochenta del pasado siglo. La Hermandad los restauró y volvió a platear, figurando desde entonces en la procesión, aunque debido al humo del incienso han tenido que volverse a platear, posteriormente, en varias ocasiones.

Monaguilla con naveta echando incienso en el inciensario.

El pertiguero o maestro de ceremonias lo incorpora la cofradía al cortejo en 1992, aunque con elementos prestados, pero no es hasta 1995 cuando se estrena el primer ropón, bendecido el 10 de Septiembre de 1994 y realizado por las hermanas Ana Brito Olivero e Isabel Rosado García, siguiendo el modelo de los de la Hermandad del Santo Crucifijo de la Salud de Jerez, con la diferencia que fue realizado sobre tela de damasco en color morado con aplicaciones de terciopelo y galones dorados. Este ropón figura actualmente cerrando uno de los tramos del cortejo de nazarenos y sirve, acompañado de pértiga y medallón, para portar el libro de Reglas en la procesión, tal como se podía ver en las procesiones del siglo XVIII. El ropón actual fue realizado en el taller de costura de la Hermandad, sirviendo como referencia uno de los que posee la Hermandad del Cristo de la Expiración (Cachorro) de Sevilla y es también morado con galones y botonadura dorada, fue estrenado en la Semana Santa de 2013. Como bastón de mando del cuerpo de acólitos, el ropón se complementa con la pértiga, estrenada en 1995 y realizada en los talleres de Manuel de los Ríos en Sevilla. Es toda repujada y cincelada y se remata con cuatro dragones de carácter decimonónico.

Pértiga

Forman parte, también, del cuerpo de acólitos los monaguillos que llevan varios cestillos, entre los cuales figura uno de orfebrería y terciopelo morado, obra del taller de Jesús Santos en Sevilla y otro bordado sobre terciopelo de Lyon morado realizado por la hermana Ana María
García Herrera. La Hermandad posee para portar el incienso tres navetas dos modernas y una antigua de plata.