“¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí. Ha resucitado.” (Lc 24, 5b-6a)
Queridos hermanos:
¡Jesucristo ha resucitado! ¡Verdaderamente ha resucitado!
Con alegría, ilusión renovada y esperanzados comenzamos una nueva Pascua, después de una intensa pero diferente Semana Santa.
Diferente porque, gracias a Dios, desde la Hermandad pudimos preparar y ofrecer una jornada de Viernes Santo junto a nuestros sagrados titulares, para la contemplación de la Santa Cruz y la veneración de la imagen de Nuestra Señora de Loreto.
Seguramente no fue como a muchos nos habría gustado, pero es la mejor que hemos sido capaces de organizar considerando las limitaciones a las que estamos sometidos, y las restricciones impuestas por la situación sanitaria.
Sin duda, lo más importante fue compartir esa jornada con todos vosotros, los que nos sentimos parte de esta gran familia de familias que es nuestra Hermandad.
Porque el precioso legado que hemos recibido de nuestros antecesores en la corporación, nuestra propia identidad como Cofradía, nos llevan a no entender el Viernes Santo sin realizar de forma conjunta y entre todos, el ejercicio penitencial del Vía-Crucis, sin esas oraciones compartidas, sin esos momentos en que acompañamos a Nuestra Señora sola al pie de la Cruz, sin celebrar nuestra fe en esta fraternidad que formamos todos los hermanos.
Por eso, desde esta Junta de Gobierno queremos agradeceros vuestro compromiso con la Hermandad, vuestra masiva respuesta a la convocatoria que hicimos, vuestra implicación… y sobre todo, el amor y la devoción que habéis demostrado a la Santa Cruz y a Nuestra Señora de Loreto.
Gracias también al equipo de Mayordomía, a la Diputación de Cultos y a la Diputación Mayor de Gobierno por el magnífico trabajo realizado para que todo saliera lo mejor posible.
Gracias al Coro de Capilla de San Pedro Nolasco por el exquisito acompañamiento musical que ofrecieron, una vez más.
Gracias a tantos cofrades que nos visitaron y a todos los que dedicaron un momento a acompañar en ese día a la Santa Cruz y a Nuestra Señora de Loreto.
Finalmente, como ya lo hicimos el Viernes Santo, especialmente en este año en que no vamos a poder dar testimonio de nuestra fe por las calles de nuestra ciudad, acompañando a nuestros sagrados titulares, os animamos a seguir siendo testigos de nuestra fe en nuestra realidad diaria, en nuestras familias, trabajos, amigos, y todo aquello que nos rodea. Sólo así mantendremos nuestra identidad como cofrades todos los días del año, a la espera de una próxima Semana Santa.
Vivamos también este tiempo gozoso junto con María. Ella, como Madre del Resucitado, nos indica el camino seguro, donde poner la mirada para no perder el rumbo y ser fieles discípulos de su Hijo.
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrección. ¡Ven Señor Jesús!
Vuestro Hermano Mayor.
Eusebio Castañeda Sánchez
Jerez de la Frontera, 4 de abril de 2021.